17.3.10

Lily, música y dulces.


Todos sabemos que en verano, a muchos nos cuesta no despertarnos por culpa del calor.
Lily era una chica de estas, de las que se despiertan desesperadamente ahogándose del propio calor veranil.
Eran las dos pasadas cuando se desveló. Bajó las escaleras de puntillas, y cogió un vasito de cristal lleno de agua por si volvía a tener sed más tarde.
Volvió a acostarse pero para Lily, dormir ya, era imposible.
Así que, decidió coger su iPod e hincharse a música hasta dormirse.
Le dio a la opción de reproducir por carpetas, hasta que llegó a una llamada : Sweet World.
Lily había creado esa carpeta para las ocasiones soñadoras, en las que podía perderse con su imaginación.
Todas esas canciones hacían que se sintiera en una nube, llevándola a lugares infinitos de felicidad, volando por el cielo.
Sobrepasaba los límites de la realidad, imaginando dulces por todas partes, una de las formas más felices que conocía.
Poco más de una hora, Lily había vuelto a dormirse, gracias a su imaginación, a su música, y a los dulces.

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