9.10.12

mi pequeña I minúscula

El aire de la cocina olía a café. Mi pequeña I minúscula untaba con mantequilla las tostadas que hacía treinta minutos que habían sido despertadas por tostadora. Lo hacía con delicadeza y cariño, como cuando un anciano encuentra recuerdos en su desván. Éste era un otoño caluroso, pero no por eso dejaba de beberse el café a sorbitos de lo tan ardiendo que estaba. Vivía en un pisito para más de dos personas, pero actualmente disfrutaba de su soledad. Quién sabe si alguien vendría la próxima noche. Lleva horas leyendo una historia inacabada y espera que la autora le cuente el final. El amanecer le ha dado los buenos días, pero ahí está ella, arrastrando las horas de sueño con sus mechones largos y ondulados, acompañada de un desayuno delicioso esperando leer algún que otro final.

1 comentario:

  1. mi pequeña I minúscula se debe crear ella un final así tras el desvelo de espera no saldrá decepcionada ante el final.

    pd: Que pasó con Chicalluvia y Nil?

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