25.8.10

las noches de verano son para tomárselas con leche fresquita


Oscuridad. Profunda oscuridad. Eso es lo que había antes de que Chicalluvia encendiera la luz de la cocina de su pisito acogedor. Abrió la nevera, cogió un brick de leche y con un pequeño golpecito la nevera se cerró.
Escogió la taza más bonita para llenarla de leche hasta arriba. Rebuscó en el armario y sacó unas simples galletas María puestas ordenadamente en un bote de cristal con cierre magnético. Con un ligero movimiento de muñeca abrió el bote y el aire olía a galleta (rico rico). Metió la mano y sacó 5 galletas de golpe, las cuales rompió con un golpe seco y dejó caer en el vaso lleno de leche. Dejó que las galletas se empaparan y se sumergieran en eso que llamamos final.

1 comentario:

  1. Y se volvió a dormir, que la leche le produjo muchos bostezos :)

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