24.11.10

quisiera darte amor para desayunar

Tenía la mirada fija sobre él. Lo observaba detalladamente desde una silla de madera en la penúltima mesa de la cafetería, cada movimiento, cada gesto, cada parpadeo. Era inevitable -qué digo, ¡imposible!- quitarle los ojos de encima. Cuando estaba de espaldas intentaba contenerse para no acercarse de un momento a otro y darle un abrazo de oso de espaldas, o darle mimos en los domingos de lluvia, o simplemente darle amor para desayunar y que al volver a casa quisiera más. Algo hizo que él destacase entre todos los demás. Quizás fue por su sonrisa tímida. Quizás por su torpeza. Quizás por su amabilidad. Fue más que un flechazo, más que una estrella fugaz.


(chicalluvia os manda té de naranja para haceros pasar el frío de noviembre y besos de azúcar)

4 comentarios:

  1. Es difícil contentarse con solo miradas, sin palabras y abrazos, ¿verdad?
    Saludos.

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  2. oh, Dios! qué bonito *___*
    "Fue más que un flechazo, más que una estrella fugaz." Sé a lo que te refieres...

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  3. si es que madre, no se cuantas veces lo habré dicho pero estos dos me vuelven loquita *___*
    otro té de naranja para ti, bonita :)

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  4. chicalluvia y nil son la pareja perfecta :)

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